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jueves, marzo 13, 2025

Las peleas dentro y fuera del Congreso plantean nuevo desafío para Javier Milei

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Mientras en los alrededores del Congreso se daba un violento enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y las barrabravas de fútbol, que acompañaron una protesta de jubilados, adentro de la Cámara de Diputados, legisladores libertarios y aliados oficialistas protagonizaron una pelea a golpes que llevó a levantar la sesión, mientras el resto de los bloques discutían agresivamente.

Esa fue la postal de un verdadero día de furia que tuvo su epicentro en el Congreso, pero que alcanza a la Casa Rosada y la gestión del presidente Javier Milei, por los temas que motivaron el caos que se vio dentro y fuera del parlamento.

El eje central fue sin dudas la marcha que realizan los jubilados todos los miércoles, a la que en esta oportunidad se sumaron hinchadas y barrabravas de fútbol. Esa presencia disruptiva se cruzó con la decisión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de impedir la interrupción del tránsito sí o sí. Ya el día anterior hubo advertencias del Gobierno. El enfrentamiento era previsible.

Sin embargo, la pelea que se dio en la Cámara baja, después de la votación de la declaración de emergencia para Bahía Blanca le agregó un punto más de tensión al escenario político: los que se trenzaron fueron Lisandro Almirón, de La Libertad Avanza, y Oscar Zago, expulsado de esa bancada el año pasado, pero aún aliado.

El enfrentamiento a golpes se debió a una interna irresuelta dentro del oficialismo por la presidencia de la Comisión de Juicio Político, que provocó que el presidente de la Cámara, Martín Menem, levantara abruptamente la sesión por falta de quórum.

El motivo estuvo totalmente desconectado de lo que ocurría afuera, lo cual lejos está de reducir la gravedad del episodio, pero en cualquier caso ambas escenas tienen impacto sobre el gobierno de Milei y las semanas por venir.

Marcha por los jubilados: la postura del Gobierno

La marcha de los jubilados alrededor del Congreso es una protesta por el nivel históricamente bajo de sus haberes y también por el impacto en ellos del ajuste que lleva a cabo el Gobierno, quien por su parte lo relativiza. La participación de las hinchadas de fútbol pareció algo más que un gesto de solidaridad con un reclamo atendible y eso es lo que toman en la Casa Rosada.

Para el Gobierno, los disturbios son parte de «movimientos que apuntan a desestabilizarlo», según afirmó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien agregó que hubo sectores políticos detrás que buscan «generarle un problema a un gobierno que viene conduciendo la Argentina de manera estable».

Milei fue más directo en sus redes sociales, donde resposteó la foto de una pared pintada con la leyenda «hay que matar al Presidente» y, con una obvia alusión al kirchnerismo, escribió: «Los demoKrácticos».

Hubo un patrullero incendiado, una jubilada empujada por un policía que calló de espaldas sobre la calle y trabajadores de prensa agredidos, en medio del caos de piedras y gases lacrimógenos. Al caer la noche, la Policía Federal contaba más de 100 detenidos y los disturbios continuaban en distintos puntos de la zona cercana al Congreso.

Ahora, el Gobierno abona la tesis «golpista» detrás de la protesta y con ello intenta a la vez contener el reclamo de jubilados y la presión que ya intentó ejercer parte de la oposición para recomponer los haberes y que podría volver a partir de lo ocurrido.

Las imágenes de los incidentes podría renovar el ímpetu de la oposición para morigerar el impacto del ajuste fiscal en el poder adquisitivo de las jubilaciones.

A Milei no le resultará imposible resistir cualquier iniciativa en ese sentido dentro de Diputados con la foto de los manifestantes más violentos y el señalamiento sobre la presencia de barrabravas en la marcha, pero el clima interno que quedó en esa Cámara tampoco lo ayuda demasiado en nada.

La interna libertaria no deja bien parado a Javier Milei

El incidente se dio momentos después de que se aprobara la declaración de emergencia en Bahía Blanca y de que la oposición se llevara un triunfo al emplazar a las comisiones para que traten la semana próxima todos los proyectos que apuntan a investigar el escándalo con la moneda $LIBRA que involucra a Milei.

Cuando el kirchnerismo sorprendió con otra propuesta para emplazar a las comisiones a que traten un proyecto para derogar las facultades delegadas a Milei en la Ley Bases, Menem levantó sorpresivamente la sesión por falta de quórum en medio de un griterío. Lo hizo apenas vio que el tablero marcaba 128 presentes, uno menos de los necesarios para sesionar.

Pero la clave fue que también estaba previsto que se votara luego una resolución para «normalizar» la Comisión de Juicio Político, donde Menem y los diputados de LLA que responden a Karina Milei desconocieron el año pasado la elección de la también oficialista Marcela Pagano como presidenta. El escándalo llevó a que Zago, por entonces jefe de la bancada libertaria, fuera removido y armara su propio bloque, el MID.

Esto fue lo que motivó los golpes entre Almirón y Zago en una punta del recinto, justo cuando estaba planteando su moción el kirchnerismo a través de Victoria Tolosa Paz. A ese altercado se sumó otro, entre Pagano y Rocío Bonacci, por un lado, y Lilia Lemoine —leal a Menem y Karina Milei— por el otro, con el revoleo de un vaso de agua incluido.

Según fuentes parlamentarias, la pelea fue porque Pagano y Bonacci seguían en sus bancas y daban quórum para que se tratara el tema de la Comisión de Juicio Político, mientras los libertarios buscaban levantar como fuera la sesión. En algunos de los bloques opositores ajenos a la trifulca dejaron correr la sospecha de que La Libertad Avanza agitó la pelea precisamente para eso.

Lo cierto es que a eso le siguió otra pelea a los gritos y cara a cara entre diputados de Unión por la Patria, por un lado, y de La Libertad Avanza y el PRO, por el otro. El clima que quedó en la Cámara baja altera el panorama para el oficialismo hacia adelante, dado que involucra a sus propios aliados, como es el bloque de Zago.

De hecho, el voto de este diputado es clave en la Comisión Bicameral, que empezará a discutir este jueves el DNU de Milei, que avala el acuerdo con el FMI. A eso se le suma que La Libertad Avanza ya presentó inconvenientes para resistir iniciativas opositoras cuando se unen las distintas fuerzas que no forman parte del Gobierno. El panorama que quedó planteado lo complica.

En cualquier caso, la disputa dentro del Congreso no ayudó en nada a contrarrestar la violencia y el caso que se vivió afuera, entre la Policía y los barrabravas con los jubilados y su reclamo en el medio de la cuestión. Al espacio de Javier Milei le tocará ahora bajar o escalar la tensión que quedó planteada.

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