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sábado, marzo 15, 2025

Villarruel, entre voltear a Lijo y viajar a Bahía Blanca

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El domingo 17 de diciembre de 2023 Victoria Villarruel había cumplido sus primeros siete días como vicepresidenta de la Nación. Apenas se enteró del tornado que había azotado a Bahía Blanca, buscó subirse al vuelo que llevó a Javier Milei a visitar la ciudad. En esa oportunidad hubo 13 muertos y en la Casa Rosada le pidieron que no lo hiciera.

Le sugirieron, por entonces amablemente, que se quedara en Buenos Aires. Quince meses después, un segundo temporal volvió a azotar esa latitud. “Quiere viajar desde hace una semana, pero sabe que si lo hace todo va a empeorar”, explicaron a PERFIL para confirmar que, si hubiera sido por ella, habría viajado mucho antes de la recorrida que el Presidente realizó seis días después. La chance de un viaje a Bahía es solo una de las nuevas tensiones que Villarruel tiene con la Casa Rosada. La otra depende de la decisión que tome esta semana, ante el pedido que formuló el peronismo para sesionar el jueves próximo y hacer caer los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los dos postulantes que propuso Milei para cubrir dos vacantes de la Corte Suprema de Justicia. A Lijo lo quiere designar con el mismo método que utilizó para poner García Mansilla: mediante un decreto para nombrarlos en comisión y por un año. Esta semana ambos podrían afrontar un duro revés.

“Vamos a evitar la sesión siempre y cuando tenga ganas. Acá estamos tan sensibles como en la Rosada”, confiaron cerca de la vicepresidenta para reflejar que la moneda está en el aire para la primera sesión que tendrá el Senado en este período de ordinarias. Arrancó el 1° de marzo con una vicepresidenta cuya imagen fue recortada de la transmisión oficial. Sobre el cierre también recibió una reprimenda en vivo y en directo de Milei. La cuestionó por dar por finalizada la Asamblea Legislativa cuando el presidente todavía no había terminado su discurso. Todo viene muy frío desde diciembre, con versiones de no retorno, entre otras cosas, por el rechazo de Villarruel a la nominación de Lijo. El titular del Juzgado Federal 4 cuenta con dictamen de mayoría de la Comisión de Acuerdos pero no tiene los 48 votos necesarios para convalidar la designación. García Mansilla afronta un escenario distinto desde este jueves, porque esa comisión, presidida por la larretista Guadalupe Tagliaferri, finalmente dictaminó sobre su pliego. No fue para promoverlo, sino para rechazarlo en la próxima sesión, junto al de Lijo. La fecha de esa pulseada depende de la decisión de la titular del Senado. En Diputados el reglamento es distinto: su presidente, Martín Menem, no puede dilatar un pedido de sesión, pero en la Cámara alta todo depende del gancho de la vicepresidenta.

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Hasta ahora la Casa Rosada no retomó el contacto con Villarruel. El interlocutor designado es el jefe de Gabinete Guillermo Francos. “No nos han dicho nada, todavía”, detalló un senador del oficialismo, cuyo bloque no mandó a nadie a la Comisión de Acuerdos, donde finalmente firmaron el dictamen de García Mansilla, después de un duro contrapunto entre los radicales Martín Lousteau (que busca voltear las designaciones) y su correligionario Maximiliano Abad, que no está de acuerdo. Lijo tenía dictamen y no contaba con los votos. García Mansilla también lo tiene desde el jueves, pero ahora asoman los votos para rechazarlo. En Balcarce 50 aseguran que la Corte ya le tomó juramento y que podrá seguir en comisión por un año hasta el 30 de diciembre. El cortesano más frágil del máximo tribunal podría renunciar si rechazan su pliego y la oposición, con el bloque de Unión por la Patria a la cabeza, considera que si cae su postulación no puede seguir en el cargo.

“Tenemos muchos más votos en contra que antes, gracias a la decisión de la Rosada de designarlos por decreto. No lo hicimos nosotros. Fueron ellos, y ahora no dicen qué quieren hacer”, se lamentó otro escudero del exiguo bloque que conduce Ezequiel Atauche. En el poroteo que hacen cerca de la vicepresidenta le endilgan todo al Gobierno. “Hasta diciembre había 33 votos, pero con la expulsión de (el exsenador entrerriano Edgardo) Kueider perdimos un voto peronista y el kirchnerismo sumó uno con el reemplazo de Estefanía Cora”, insisten en el Senado. El número opositor crece a 36 con los rechazos de Lousteau y Tragliaferri y trepa a 38 con otros dos votos claves: uno pertenece al cordobés Luis Juez, que integra el PRO pero está contra de Lijo, y el otro es de un exoficialista. El formoseño Francisco Paoltroni hace un año estuvo a un paso de ser presidente provisional del Senado pero fue expulsado del bloque y ahora su desacuerdo será letal. Con esos porotos rojos sobre la mesa, Villarruel ya sabe que la oposición cuenta con 37 votos para el cuórum y la mayoría de 38 para jaquear a García Mansilla y definir la suerte esquiva de Lijo. El camino está allanado para una sesión que encierra una derrota para Milei. La última palabra la tendrá la vice, que podría estirar la agonía o poner el vínculo a prueba, con un volantazo.

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