El periodista estadounidense David Sheff dio a conocer una nueva biografía de la multifacética Yoko Ono. En Yoko (Cúpula), Sheff busca reivindicar la figura de una mujer a la que considera “incomprendida”. Según el autor de estas memorias “definitivas”, fue víctima de “una misoginia y un racismo clamorosos” y convivió con el estigma de ser “la bruja que separó a los Beatles”.
El material hace un repaso de la vida de una mujer que “siempre quedó oculta en la alargada sombra” de la banda de Liverpool, y “sumida en la oscuridad” por culpa de comentarios “racistas y sexistas” que la persiguieron por su relación con John Lennon.
“Los detalles de su vida y de su carrera en solitario fueron, en gran medida, ignorados. Yoko era irrelevante excepto por el impacto que tenía en Lennon y los Beatles. A raíz de eso, la impresión que la gran mayoría de la gente tenía de ella estaba conformada por las versiones gastadas, sensacionalistas y falsas de una historia que nació el mismo día en que se conocieron y que culminó con el asesinato de John”, resume el autor.
Las memorias descartan que la relación entre Lennon y Ono fue buscada por la japonesa para lograr fama en su carrera artística. De hecho, en el momento en el que se conocieron, “ella era la artista cuyo arte él fue a ver”, y Lennon quedó “fascinado por la ligereza y el ingenio de las obras de Yoko”, asegura.
Estas memorias se remontan a los primeros años de Ono, protagonista de una infancia vivida entre el privilegio material y la pobreza emocional, testigo de unos bombardeos estadounidenses sobre Tokio que marcaron pensamiento y carrera artística. Cuenta también varios episodios en los que la japonesa intentó suicidarse, el secuestro de su primera hija, infidelidades, los abortos naturales que sumieron a ella y a Lennon en un dolor compartido, y detalles como la creencia de Ono en todo lo relacionado con el tarot, las cartas astrales y la numerología.
Gran parte de la biografía se centra en la relación con Lennon, aunque solo represente catorce de los 92 años que ha vivido Ono hasta el momento, en la complicidad y la influencia que les llegó a un arte y un activismo único.
El libro también relata uno de los momentos clave de la vida de Ono: el asesinato de Lennon el 8 de diciembre de 1980, y las primeras palabras de la artista japonesa cuando le comunicaron la muerte de su marido.
«¡Mentira! ¡No puede ser! ¡No le creo!», gritó al médico que le comunicó la noticia. Ono no se lo creyó hasta que una enfermera le entregó el anillo de boda de Lennon. Una vez consciente de lo sucedido, pidió a los doctores que no hicieran pública la noticia de manera inmediata, para asegurarse que su hijo Sean –por entonces tenía cinco años– no se enterara del asesinato por televisión.
«El trágico suceso fue solo el principio de su infierno», repasa el libro, que detalla que Ono fue víctima de “traiciones, robos, extorsiones y amenazas de muerte”.
La historia de Ono siguió con una carrera artística «eclipsada» por la muerte de Lennon y el mantenimiento del «mito que alegaba que ella era la culpable de la separación de los Beatles», pero el paso del tiempo permitió que se empezara a modificar la «manida y sexista narrativa que la había perseguido».
La consolidación de la reevaluación y reivindicación de la figura de Ono no ha llegado hasta el siglo XXI, con retrospectivas de su obra y galardones por su arte, música y activismo pacifista y feminista.