En su afán por mantener en agenda el caso de la fallida criptomoneda $LIBRA, la oposición fracasó en el primer intento de poner en marcha la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, donde el espacio del presidente Javier Milei cuenta con una ayuda del PRO y también de la UCR que resulta clave para el Gobierno, pero que podría ser insuficiente ante la negociación que pusieron en marcha el kirchnerismo y los otros bloques para la pulseada final, que será en una sesión.
Horas después de la interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, los diputados se reunieron para tratar de constituir formalmente la comisión investigadora. Debían elegir presidente, pero no pudieron porque la votación quedó empatada en 14 votos. Fue un éxito de la estrategia que puso en marcha La Libertad Avanza hace varias semanas para bloquear la iniciativa opositora.
El plan consistió en algo que varios diputados definen como «una trampa»: el armado de nuevos interbloques para alterar el número de representantes en la comisión y lograr, precisamente, una situación de empate del oficialismo y aliados con la oposición. El proceso hizo que tanto el PRO como la UCR perdieran diputados que se juntaron con otros para crear las nuevas bancadas.
La maniobra apuntó a que La Libertad Avanza pudiera pelear con la oposición por la presidencia de la comisión y mantener así bajo control la eventual investigación sobre el rol de Milei en el lanzamiento de la criptomoneda sospechada de ser una estafa. El plan funcionó: el oficialismo propuso a Garbiel Bornoroni, que empató en votos con Sabrina Selva, de Unión por la Patria.
Ahora, la oposición apunta a que la pulseada se resuelva en la próxima sesión prevista para la semana del 12 de mayo y que ya se anticipa como una pelea caliente. Pero más allá de eso, los apoyos de los distintos bloques a uno y otro dejaron expuesta la trama de realineamientos políticos y negociaciones subterráneas que tienen algunos puntos de contacto con el escenario electoral, sobre todo en el PRO.
El caso $LIBRA acerca cada vez más al espacio de Javier Milei, el PRO y la UCR
La propuesta de Bornoroni como presidente de la comisión investigadora fue respaldada a viva voz por el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo. El empate llevó a que Silvana Giudici, una de las diputadas más afiladas de ese espacio, apurara el levantamiento de la reunión. Fue entonces cuando los opositores Nicolás Massot (Encuentro Federal) y Fernando Carbajal (Democracia para Siempre) plantearon resolver con una votación en el recinto en la próxima sesión.
El juego de Ritondo y Giudici mostró una vez más que las conversaciones del jefe del bloque del PRO con el Gobierno en torno a una alianza electoral en la provincia de Buenos Aires empiezan a tener un correlato cada vez más nítido en lo que ocurre dentro de la Cámara baja. «El PRO ya está anexado a La Libertad Avanza», observan algunos diputados del arco opositor.
No obstante, fuentes de uno de los bloques que impulsaron la creación de la comisión investigadora aseguraron a iProfesional que para este primer triunfo de la estrategia oficialista «fueron más decisivos los radicales con peluca», como le llaman al grupo que más alineado está con el Gobierno de Javier Milei.
Esos diputados arrancaron siendo cinco dentro del bloque UCR que encabeza Rodrigo de Loredo. Ahora armaron un espacio separado, en el marco de la estrategia oficialista para bloquear la comisión. No obstante, parecen haberle marcado el camino al resto de la bancada. Y es que entre los 14 votos que juntó Bornoroni se destacaron también Soledad Carrizo y Lisandro Nieri, señalados como alfiles del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
Nada de esto parece ajeno al escenario electoral. Fuentes de la UCR mendocina señalaron ante una consulta de iProfesional que en esa provincia el único dirigente que supera en imagen positiva a Cornejo es Javier Milei y que «hay conversaciones» para tratar de tejer una alianza de cara a los comicios de octubre.
¿Cómo es la negociación y el plan opositor para activar la comisión de Diputados?
En cualquier caso, el primer triunfo del oficialismo y sus aliados exhibió el fracaso de Unión por la Patria, que por ser el espacio más numeroso obligó en el marco de esta pulseada a Encuentro Federal, Democracia y a la Coalición Cívica por su candidata para presidir la comisión, la diputada Selva, pero ahora esos otros bloques se pondrán al frente de la estrategia opositora.
Luego del empate que hizo naufragar a la comisión y de la propuesta de Massot y Carbajal de definir la presidencia en la sesión prevista para la semana del 12 de mayo, el diputado de Encuentro Federal advirtió: «A nadie escapa que los 14 que votamos a Selva, en el recinto representamos a más de 140 voluntades, los otros son 120″.
En uno de los bloques señalaron a iProfesional que posiblemente la diferencia entre ambos sectores será menor, de entre siete y diez votos, pero que igualmente ganarán. Aseguran que de cara a la sesión se abrirá una negociación con el kirchnerismo, que no pudo imponer a su candidata, y que el nombre que más consenso reúne por estas horas para encabezar la comisión investigadora es el de Oscar Agost Carreño, diputado cordobés de Encuentro Federal.
Pero en el recinto podría haber otra pelea previa a la elección del presidente: desarmar la «conformación trucha» de la comisión investigadora, según la definió otra fuente consultada por iProfesional. Originalmente, el cuerpo iba a tener 24 integrantes, pero la creación de nuevos interbloques que impulsaron el oficialismo, el PRO y la UCR lo llevó a 28 y dejó el escenario de empate o bloqueo actual.
Fue Carbajal quien anticipó que llevarán también este tema a la próxima sesión y que, además, apuntarán contra el PRO. «Deben ser 23 miembros porque el PRO ha perdido dos integrantes y eso les hace perder un asiento en la comisión investigadora. Vamos a ir al pleno para que se invaliden todas las truchadas», lanzó el diputado formoseño de Democracia.
De esta forma, el clima que quedó planteado tras la constitución fallida de la comisión investigadora sobre el caso $LIBRA que involucró a Javier Milei es el de una pelea sin cuartel entre dos grandes polos: el oficialismo con el PRO y la UCR cada vez más cerca y un rejunte opositor donde los más críticos del kirchnerismo ya no tienen reparos en negociar con sus diputados con tal de marcarle la cancha al Gobierno en un año marcado por las elecciones legislativas.