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jueves, mayo 22, 2025

Argentina debería cambiar su huso horario? Cuáles son las consecuencias invisibles en la salud

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Expertos indican que el país mantiene un huso horario que no coincide con su posición geográfica, y eso genera efectos negativos en el descanso, el sueño y el rendimiento diario. En la Patagonia, el sol sale después de las 8:30 en invierno y el desfase se siente aún más

Argentina utiliza el huso horario UTC-3 durante todo el año, pero geográficamente, según indican expertos, nos correspondería estar más cerca de UTC-4 o incluso UTC-5, como ocurre en Perú o Colombia. Esto significa que, en la práctica, vivimos “adelantados” con respecto al sol.

Por eso, en pleno invierno, el sol puede salir después de las 8:30 de la mañana. En ciudades del Alto Valle, La cordillera y la costa atlántica patagónica esto es muy habitual. Lo que desconocemos es cómo afecta directamente nuestra rutina diaria.

El cuerpo humano está diseñado para sincronizarse con la luz solar. La exposición a la luz natural en las primeras horas del día ayuda a:

  • Regular el ciclo circadiano.
  • Estimular la producción de cortisol (la hormona que nos activa).
  • Favorecer un mejor descanso nocturno.

Cuando amanece muy tarde, esa sincronización se pierde. El cuerpo siente que aún es de noche cuando suena el despertador, y eso puede generar:

  • Dificultad para despertarse.
  • Fatiga matinal persistente.
  • Menor concentración y rendimiento en las primeras horas.
  • Mayor irritabilidad o sensación de “jet lag social”.
  • En otras partes del mundo, el desfase con respecto al sol se compensa con el uso del horario de veranoEspaña, Francia, Chile y Paraguay, por ejemplo, adelantan o atrasan una hora según la estación para aprovechar mejor la luz natural.

    Argentina dejó de aplicar el horario de verano en 2009, y desde entonces mantiene UTC-3 todo el año, sin importar que en invierno tengamos amaneceres muy tardíos y anocheceres aún con actividad escolar o laboral.

  • Sí. Varias investigaciones indican que la falta de luz solar matutina se asocia con trastornos del sueño, estados de ánimo bajos y menor rendimiento cognitivo.

    Un informe del CONICET refuerza esta idea: Argentina tiene uno de los mayores desfasajes entre la hora oficial y la hora solar del mundo, lo que no solo reduce el aprovechamiento de la luz natural en espacios como escuelas y oficinas, sino que también afecta la salud, el estado de ánimo y el consumo energético. El estudio comparó el uso de luz artificial en aulas bajo los husos UTC-3 (vigente) y UTC-4, y concluyó que volver al horario más alineado con el ciclo solar permitiría ahorrar electricidad y mejorar el confort de quienes ocupan esos espacios, especialmente en las regiones del oeste y sur del país, donde el desajuste se hace más evidente.

  • Otro dato no menor: en muchas regiones del país se enciende la luz artificial por más tiempo en las mañanas de invierno. Esto representa un consumo innecesario de energía que podría evitarse si el huso horario estuviera mejor alineado con el ciclo solar.

  • En los años 90 y 2000, Argentina aplicó cambios de horario que generaron debates y resistencias. Las provincias se descoordinaban entre sí, y muchas personas sentían que el beneficio no era suficiente.

    Aunque durante años el tema pareció haber quedado fuera de la agenda, en abril de 2024 se reactivó en el Congreso un proyecto para modificar el huso horario en Argentina. La iniciativa, presentada originalmente por el diputado Julio Cobos, propone retrasar una hora el horario oficial durante los meses de otoño e invierno, para alinearlo con el ciclo solar natural. La propuesta cuenta con el apoyo de otros legisladores nacionales y busca no solo mejorar el rendimiento escolar y la calidad del sueño, sino también generar un ahorro energético significativo. Incluso se sugiere invitar a los países del Mercosur a revisar sus propios husos para favorecer la coordinación regional.

  • Aunque no podamos cambiar el huso horario desde casa, sí hay hábitos que ayudan a mitigar el impacto del desfase:

    1. Aprovechá la luz solar apenas amanece, saliendo al exterior aunque sea unos minutos.
    2. Evitá pantallas brillantes antes de dormir, que confunden al cuerpo.
    3. Mantené horarios regulares de sueño, incluso los fines de semana.
    4. Si tenés que madrugar, encendé luces cálidas e intensas temprano para “simular” el amanecer.
    5. Priorizá tareas que requieren más foco a media mañana, cuando tu cuerpo ya se activó.

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