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miércoles, junio 18, 2025

Las fotos secretas que Paul McCartney tomó antes de que los Beatles cambiaran el mundo

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El 18 de junio, Paul McCartney cumple 83 años. Y mientras el mundo lo celebra como leyenda viva, también se abre una ventana al pasado: llega a la Argentina la edición en español de 1964: Los ojos de la tormenta, el libro que reúne las fotos que él mismo tomó durante la primera gira de los Beatles por Estados Unidos.

Son imágenes en blanco y negro que no posan: miradas perdidas, camarines caóticos, multitudes en trance. El momento en que cuatro chicos de Liverpool dejaron de ser jóvenes y se volvieron inmortales.

Llega a la Argentina la edición en español de «1964: Los ojos de la tormenta», el libro de fotos que sacó Paul. Foto gentileza editorial Océano.

Paul McCartney y su cámara: el ojo secreto de la Beatlemanía

Antes de convertirse en religión pop, en dibujos animados o en remeras que cruzan generaciones de abuelos, padres y nietos, los Beatles fueron apenas cuatro pibes —jóvenes, flacos, geniales— atrapados en el ojo de una tormenta.

Uno de ellos, Paul McCartney, no solo cargaba su bajo Höfner: también llevaba una cámara. Y con ella, sin poses ni flashes preparados, retrató algo esencial: el instante previo a la leyenda.

Ringo Starr visto por la cámara de su amigo Paul, en 1964. Foto gentileza editorial Océano.

Era enero del ’64. Paul tenía 21 años, una Pentax colgada del hombro y el impulso de mirar. Las fotos que sacó durante aquella gira americana —la primera fuera de Europa— no tenían destino, pero hoy funcionan como lo que John Lennon escribió años después en In My Life: “There are places I’ll remember all my life” —“Hay lugares que recordaré toda la vida”.

No eran para la prensa, ni para un libro, ni para el archivo de nadie. Eran recuerdos privados. Un diario visual hecho en medio del ruido —el yeah, yeah, yeah de las fans—, como una forma silenciosa de resistir la avalancha.

La Beatlemanía: una ola brutal de gritos, flashes, aeropuertos colapsados. 73 millones de personas, que en 1964 era el equivalente a dos Argentinas enteras, mirando el mismo televisor durante el Ed Sullivan Show.

Más de medio siglo después, esas fotos se convirtieron en libro.

Y hoy, con Paul cumpliendo 83, las fotos y memorias llegan justo a tiempo para recordarnos que sí: todavía estamos todos acá, mucho después de que él cantara When I’m Sixty-Four.

1964 en primera persona: el diario visual de McCartney por EE.UU.

Las fotos cuentan una historia que apenas empezaba. El 7 de febrero de 1964, los Beatles aterrizaron en Nueva York. Ídolos en Inglaterra, pero en Estados Unidos aún una novedad. Lo que vino después fue una gira breve y eléctrica, de la Gran Manzana a Washington y después a Miami. Trenes blindados, sets de televisión, hoteles desbordados y conferencias de prensa donde la incredulidad era mutua: ellos no entendían el tamaño de lo que pasaba. Estados Unidos tampoco.

Las fotos que sacó Paul no eran para la prensa, para un libro, ni para el archivo de nadie. Eran recuerdos privados. Foto gentileza editorial Océano.

El país acababa de enterrar hacía pocos meses a Kennedy. La televisión seguía siendo una promesa en blanco y negro. Y entonces, cuatro jóvenes, raros, con flequillo y acento. Y I Want to Hold Your Hand, número uno del momento. Y en medio del luto, una canción alegre. Stephen King lo entendió al escribir 22/11/63, su novela sobre ese duelo nacional. El baile, dice, es vida.

Lo que capturan estas imágenes no son multitudes ni flashes. Son cortinas cerradas, valijas abiertas, cafés a medio tomar. John Lennon haciendo muecas en una habitación igual a la anterior. George Harrison se prueba dos sombreros frente al espejo. Brian Epstein ríe al fondo, distraído, sin mirar a cámara.

McCartney no retrató la fama: registró el momento anterior al estallido. Sus imágenes capturan ese punto exacto en el que los Beatles dejaban de ser una banda británica exitosa para convertirse en un fenómeno global. El antes y el después del grito. Como en The Fool on the Hill —la canción que compuso años después—, miraba mientras el mundo giraba. Esta vez, con un giro copernicano y melódico: ya no era el sol, eran los Beatles el centro del sistema.

El archivo secreto: cómo McCartney volvió a mirar

En 2020, durante la pandemia, McCartney redescubrió casi mil negativos que había tomado entre fines de 1963 y principios de 1964. No los había vuelto a mirar. Entre ellos, una secuencia muestra el desembarco en Nueva York: la seguridad, los carteles, los gritos. Esta vez, no como protagonista, sino como testigo.

Con esas fotos en la mano, McCartney se asoció con la National Portrait Gallery para convertir el archivo en una exposición. La curaduría organizó las imágenes por ciudad y reconstruyó, paso a paso, el recorrido de la banda en ese viaje inaugural.

La muestra se inauguró en Londres en 2023, como parte de la reapertura del museo tras tres años de reformas. Y fue un evento: por primera vez, el ojo de Paul mostraba lo que vio sin que lo miraran.

El Beatle que miraba: Paul, la cámara y la historia antes del mito

Desde el comienzo, los Beatles también fueron una idea visual. En las películas de Richard Lester —A Hard Day’s Night, Help!— con los cortes rápidos, el humor de guerra fría, el blanco y negro que parecía nuevo.

Después vinieron las tapas: los colores eléctricos de Sgt. Pepper’s, el blanco absoluto del Álbum Blanco, la vereda de Abbey Road. Y los videoclips: Paperback Writer, Rain, Strawberry Fields Forever, dirigidos por Michael Lindsay-Hogg, antes de que el videoclip fuera un formato. Sabían que la imagen podía amplificar el sonido.

Las fans rodeando el auto de los Beatles durante una primera gira por Estados Unidos. Foto gentileza editorial Océano.

Beatles en modo selfie: una cámara, cuatro miradas

1964: Los ojos de la tormenta reúne casi 300 fotos de los Beatles. No solo las sacó Paul: también dispararon los otros tres y colaboradores como Mal Evans. Twist and shoot: la cámara iba de mano en mano, como si fuera un celular y Beatles en modo selfie.

Una cámara y cuatro miradas registrando desde adentro la locura que ellos mismos generaban. Beatles en movimiento. Fans en estado de shock.

No es solo un archivo: es una forma de ver.

Porque McCartney —el que canta, el que toca, el que cumple años— miraba. Como en The Fool on the Hill, con los ojos abiertos, veía el mundo girar.

Era enero del ’64. Paul tenía 21 años, una cámara Pentax colgada del hombro y el impulso de mirar. Foto gentileza editorial Océano.
En el libro hay fotos sacadas por Paul, pero también por los otros Beatles y por colaboradores como Mal Evans. Foto gentileza editorial Océano.
El libro «1964: Los ojos de la tormenta» reúne casi 300 fotos de los Beatles. Foto gentileza editorial Océano.
En 2020, durante la pandemia, McCartney redescubrió casi mil negativos que había tomado entre fines de 1963 y principios de 1964. Foto gentileza editorial Océano.

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