La recta final de la campaña para las elecciones bonaerenses genera una coincidencia en las diferentes tribus del peronismo, al margen de las internas: el frente Fuerza Patria llega con expectativa de triunfo, bastante mejor de lo que imaginaban sus referentes hace algunas semanas, más por la seguidilla de tropiezos del Gobierno que por mérito propio.
Aun con cautela sobre el resultado, ante la incertidumbre sobre hasta qué punto impactará en los comicios de este domingo el escándalo por los audios que revelaron una presunta trama de corrupción con la compra de medicamentos para los discapacitados, en el peronismo celebran el clima adverso y la postura a la defensiva de La Libertad Avanza, en la previa de la elección.
“Perdieron la iniciativa y eso les sacó días de maldad”, aguijoneó un ministro bonaerense, y comparó cómo llegó el Gobierno a los comicios porteños de mayo, con el candidato Manuel Adorni haciendo anuncios y el video fake de Mauricio Macri que, más allá de la falsedad, instaló la conversación sobre la posible baja de la candidatura de Silvia Lospennato. “Ahora el escándalo de los audios les quitó piernas”, apeló a una metáfora futbolera.
“No está claro cómo les va a pegar en los votos que vengan haciendo agua por todos lados, es muy difícil de medir, pero están golpeados y en alguna medida pierde efecto lo que hagan”, evaluó en un sentido similar un referente bonaerense alineado con Cristina Kirchner.
“Hay expectativa de ganar, no porque enamoremos sino porque somos la herramienta para frenar a Milei y porque todos los quilombos esta vez los tuvieron ellos”, se sinceró otro dirigente vinculado a la ex presidenta, que además de los audios enumeró las internas en el Gobierno, la caravana fallida por los piedrazos en Lomas de Zamora, las derrotas del oficialismo en el Congreso y sobre todo la fragilidad de la economía: “Lo que manda siempre es el bolsillo, y por eso hace tanto ruido la corrupción”.
En el peronismo hay cierto consenso en que ese panorama difícilmente genere un salto de votos de La Libertad Avanza a Fuerza Patria, aunque podría provocar que parte del electorado que hubiese respaldado al Gobierno aumente el ausentismo o migre a otras opciones como Somos, el frente de radicales, peronistas no kirchneristas, macristas díscolos y vecinalistas.
Sin festejar por adelantado, ante las dudas sobre cuánto afectará también al peronismo la eventual baja participación, la perspectiva favorable a Fuerza Patria la sustentan con las expectativas de un triunfo claro en la Tercera sección, bastión histórico del PJ, y los posibles buenos resultados en la Primera y la Octava (La Plata), por lo general adversas al kirchnerismo.
“En la Primera estamos a palo a palo, se puede ganar”, se entusiasmó un referente de esa sección. En la Capital el peronismo también augura un panorama alentador por la intendencia en poder de Julio Alak, las internas en La Libertad Avanza (con el ex jefe comunal Julio Garro distanciado del Gobierno) y el armado de Somos, con la candidatura del radical Pablo Nicoletti, que podría dividir la oferta opositora.
Si se cumplen esos pronósticos de resultados al menos parejos en la Primera y la Octava, a los libertarios sólo les quedaría el interior para remontar la diferencia en la Tercera. Aunque en algunas de esas secciones más allá del peronismo también tendrá que competir con el armado de los intendentes radicales, macristas y vecinalistas de Somos.
Aun con la expectativa de triunfo, la interna peronista provoca ruidos para coordinar las últimas actividades de campaña y dudas sobre si el domingo habrá un búnker compartido para esperar los resultados. Kicillof encabezará el jueves actos de cierre en la Primera, en la Tercera y en La Plata. “A nosotros hasta ahora no nos avisaron nada”, contaron del lado del kirchnerismo.
Lo mismo pasa por el momento con el búnker. Kicillof aguardará los resultados en La Plata y hasta ahora no hubo acuerdo para compartirlo con Máximo Kirchner y otros referentes y candidatos del sector liderado por la ex presidenta. «Lo pensamos con todos», transmitieron desde la gobernación bonaerense, aunque sin certezas sobre los asistentes. En el acto del martes en San Martín, el gobernador habló con Sergio Massa y le adelantó que el viernes convocará a una reunión para “ordenar” y evitar que queden expuestas las grietas internas.