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domingo, septiembre 14, 2025

Axel Kicillof: «El Gobierno tiene que cambiar, y Milei mismo lo puede hacer»

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-¿La elección bonaerense la ganó el peronismo o la perdió Milei?

-Las dos cosas. En la provincia de Buenos Aires le ganamos a Vidal en el 19 por 17 puntos creo. Le ganamos a Milei en las generales de 2023 en la PASO por 15 o 20 puntos y en las generales de nuevo por 13 puntos. La verdad que viene siendo un gobierno que plebiscita sus políticas, por lo menos en el 23, donde además muchos gobiernos provinciales del peronismo también perdieron. Nosotros hacemos permanentemente un trabajo territorial. Yo mismo y todos los ministros. Hay un trabajo de presencia en la forma de gobernar la provincia. Se valora la gestión, la educación pública, la salud pública, las rutas, los caminos rurales, los centros universitarios. En la última elección dijimos la derecha o los derechos. Eso ganó y nos dejó un mandato. Ahora se agrega un gobierno que tiene que ser escudo y red ante la situación que está generando Milei, que es nociva en general, pero muy dura para la provincia. El contraste es permanente y son las dos cosas. Tuvo que ver mucho también haber llegado con Sergio (Massa) y con Cristina (Kirchner) a una sola boleta. También que la oposición se dividió. Fue una elección con mucho elemento territorial, así que también contribuyeron los intendentes. Fue muy impactante en su resultado y creo que Milei tiene mucho que ver porque hizo una pésima campaña.

-¿Por qué pésima?

-Yo hice una campaña con mucha presencia territorial, pero fue toda una fuerza política que se movilizó. La sensación que había era que estábamos muy bien con el pueblo, con la sociedad, con la gente. Había una muy buena recepción previo a los escándalos de Karina (Milei) e incluso a algunos de los movimientos cambiarios y financieros espantosos que ocurrieron en el último tramo. La sensación que había era buena y las encuestas decían que estábamos empatados o que perdíamos o ganábamos por uno punto. Milei ganó como algo nuevo, diciendo que iba a dolarizar y que iba a dinamitar el Banco Central. Lo que hizo finalmente es un programa de ajuste ortodoxo y su plan convencional más conocido y repetido. Un plan sumamente contractivo, anti productivo y anti industrial. Entonces iba a generar un desastre económico que tiene una evolución como lo tuvo en los 90. Cuando me opongo al programa en mi rol institucional de gobernador lo hago no por una cuestión ideológica. Yo tengo un mandato. En Buenos Aires ganó por afano seguir abriendo escuelas, haciendo hospitales, mejorando las rutas, haciendo parques industriales, universidades, caminos rurales, seguir acompañando a la producción, al trabajo bonaerense. Tenemos 5 millones de alumnos y 70% van a la escuela pública gratuita. En muchos lugares el único prestador, la única institución educativa, es el Estado. ¿Vas a romper el Estado? Nos quedamos sin escuela. La salud otro tanto. Y es un gobierno en el que además se sobreimprime una crisis política importante. Son tres personas aparentemente muy peleadas ahora y luego lo que surgió de denuncias y hechos de corrupción que el gobierno no logra contestar. Tenemos a Cristina Fernández de Kirchner presa, por causas que yo creo que fueron absolutamente armadas.

«Fue una elección con mucho elemento territorial, así que también contribuyeron los intendentes», dice Axel Kicillof. Foto: Martín Bonetto

-¿Habló con Cristina después del triunfo?

-No, todavía no, pero lo voy a hacer. La voy a ir a visitar, porque han armado todo esto… Ningún problema con eso. En la elección mandó un audio que se lo pedimos para que estuviera presente en el escenario y pudiera hablar ella. Lo hizo. El peronismo ha dado una muestra de madurez. Hace dos meses todos pensaban que el peronismo iba dividido y la derecha y la ultraderecha unificadas en una sola expresión política. Hablaban de 10 ó 15 puntos de diferencia. Después de la derrota nacional que tuvimos se abrió un marco de discusión. Un intento de ir construyendo para adelante. Nos pusimos de acuerdo por la gravedad que tiene lo de Milei también. Esto lo quiero marcar, es muy grave lo que está pasando en Argentina, y lo digo también para Clarín. Milei amenazó con intervenir la Provincia. Ahora en la elección de octubre está buscando que le convaliden gobernar por decreto y con veto. Es una incomprensión total y absoluta de nuestro régimen de gobierno. No pasó hasta ahora y es grave que piense que puede gobernar sin tener que consensuar nada con el Parlamento. Ha dicho que hay que odiar a los periodistas, artistas populares, opositores. A mí me dice cualquier barbaridad, pero ese no es el problema, sino que ocurre en el marco de una agresión muy fuerte al sistema productivo argentino, al laburo, a las personas con discapacidad, a los jubilados, a los que tienen enfermedades, a la universidad pública, a la salud pública. Nosotros inauguramos el centro de atención primaria número 199, pero si hay casos de complejidad está el Hospital de Niños de la Plata y también el Garrahan. Son referencias y él lo está destruyendo. Ante una elección que Milei dice “vamos a pintar la provincia de violeta” y vamos a tener un cheque en blanco para ir más a fondo, la decisión del peronismo fue sabia e importante.

-¿En la elección de octubre el peronismo puede repetir un resultado tan amplio?

-Creo que de cara a octubre se acaba de realizar un primer paso del que no quiero alardear ni agrandarlo. Fue una elección de medio término, obtuvimos un apoyo muy fuerte y Milei en materia de votos tuvo un rechazo fuerte, una parte del electorado que le dio la espalda. Hubo un ausentismo mucho menor que el esperado. Creo que el pueblo de la provincia de Buenos Aires comprendió, se movilizó, votó y dijo basta. Eso es un aporte a la elección de octubre, indudablemente. Es una elección nacional, se va a discutir en todas las provincias simultáneamente. Creo que con lo que se hizo hasta ahora, y que buena parte de la discusión transcurre en el Congreso, va a tener un atractivo importante ir a votar. Después, falta tanto en Argentina… Nosotros vamos a hacer el máximo esfuerzo.

-¿Va a hacer campaña en otras provincias también?

«Yo me hago responsable por el gobierno de Alberto Fernández. Tenemos responsabilidad todos los que participamos», dice Axel Kicillof. Foto: Martín Bonetto.

-Me parece que no. Corresponde de acá a octubre focalizarme en la Provincia. Ya empezamos las recorridas de nuevo. Todavía no hemos estructurado la campaña. En el caso personal mío, nos tomamos un pequeño respiro. Con Jorge Taiana celebramos el Día del Maestro inaugurando el edificio escolar número 287 de nuestra gestión. Estamos al habla con otros candidatos y de cara a octubre creo que la campaña va a ser sobre todo provincial de nuevo, porque tenemos que elegir los diputados que representen a la provincia.

-Dijo que ganó por afano hacer obra pública. ¿Cree que ya se revirtió la concepción negativa del Estado que se había impuesto y a la que se subió y profundizó Milei, y también parte del peronismo e incluso Cristina, que pidió dejar de hablar de Estado presente?

-No podría dar un veredicto. Lo que sí puedo decir es que en todos los distritos que visitamos no me piden menos Estado. Me dicen que falta un jardín de infantes, que hay que hacer la cloaca, que hay que pavimentar la ruta. En la provincia de Buenos Aires la salud pública, la educación pública en el interior, pero también en el conurbano, tienen un papel determinante más allá de las deficiencias, de lo que falta y de los esfuerzos que estamos haciendo también transformando la seguridad de la Provincia, cambiando los formatos de aprendizaje y construyendo infraestructura. Lo que diría es que nosotros trabajamos de esta manera y hay una necesidad por más educación, más salud, más seguridad. La demanda en los hospitales públicos provinciales y municipales de medicamentos y de atención subió un 30% desde que llegó Milei. Porque la medicina privada está en una crisis enorme. Miren la paradoja, Milei vino a privatizar y está estatizando, porque lo que antes se resolvía por privado por el desastre del poder adquisitivo y la situación social, económica y laboral que está generando se descarga sobre el sector público. Y al mismo tiempo Milei quiere fundir a los estados provinciales.

-En cuanto a la decepción del gobierno del Frente de Todos, más allá de Alberto Fernández, ¿qué responsabilidad tuvo Cristina Kirchner en el funcionamiento y el resultado de ese gobierno que derivó en que Milei sea presidente?

-Yo me hago responsable. Tenemos responsabilidad todos los que participamos. La verdad es que a nivel de gobierno nacional no conseguimos los objetivos que teníamos, no cumplimos con las expectativas. Yo participé también de algunas de esas discusiones. Por supuesto que mi principal ocupación de la provincia de Buenos Aires no te deja demasiado respiro, pero participé de decisiones y después el resultado no fue el que esperábamos y dejó una sensación de decepción, como dije. Ahora, de cara a lo que viene, lo que hay que ofrecer es una propuesta que sea mejor, partiendo de lo que no hicimos bien en unas condiciones que, también debo agregar, se atravesó dos años de pandemia y un gobierno que tuvo que cargar con uno de los desastres económicos más graves de la Argentina contemporánea, que es el endeudamiento de Macri con el FMI.

-Durante los festejos del domingo pasado el cantito más repetido entre sus militantes fue que a partir del resultado le corresponde a usted la conducción del espacio. ¿Será así?

«La discusión es cómo llegamos lo mejor posible para ponerle un freno a Milei», dice Axel Kicillof. Foto: Martín Bonetto.

-Yo no estoy en una discusión, en una disputa, en una guerra ni en una interna por una cosa o tal otra o contra alguien. Hay un sector que efectivamente me ve a mí, hemos lanzado el MDF (Movimiento Derecho al Futuro), un sector, un espacio, pero lo que tenemos ahora de corto plazo es octubre. La discusión es cómo llegamos lo mejor posible para ponerle un freno a Milei. Porque lo que anuncia es seguir exactamente igual. A los mismos tipos que estaban parados les pone una mesa y se sientan. Y en materia económica veta. De cara a octubre tenemos que seguir sumando fuerzas, seguir trabajando en conjunto. Ese es el paso que sigue. De cara al 27, para hacer una propuesta, en base a lo que pasó y a lo que queremos hacer, hay tiempo. Después veremos cómo se articula y tiene que ser con todos los sectores.

-¿Qué tiene de nuevo para aportar en el peronismo, frente a Cristina, a Máximo Kirchner, a otros gobernadores y a Massa?

-Creo que hay que articular a todos los sectores. Fui ministro de Economía, diputado por el peronismo, soy gobernador, ganamos la reelección y ahora en conjunto y con la colaboración de todos ganamos esta elección tan complicada y ahora vamos por octubre. Todos tenemos responsabilidad. Estamos haciendo una experiencia de gestión de la Provincia que tiene un montón de aspectos interesantes, innovadores, importantes. Nos la pasamos recorriendo el territorio. El gobierno de la Provincia funciona en la capital de la Provincia. Es una novedad, hace tiempo que no pasaba. Las banderas históricas del peronismo son mi bandera. Ahora, cómo llevar adelante esas políticas en esta situación histórica, con las aspiraciones de la sociedad, del pueblo, del peronismo y más allá del peronismo, es un enorme desafío. Hoy tengo una responsabilidad enorme que es gobernar la provincia de Buenos Aires. Después, los debates al interior de la fuerza política, cuánto más profundos los podamos hacer y menos sea una cosa de interna, novela, culebrón, de llamó o no llamó… Lo que hay que hacer es encontrar una una respuesta de cara a la sociedad que sea algo atractivo, interesante, representativo. Lo hemos hecho en provincia de Buenos Aires, con todo lo que significaba ese desafío. Parecía que nos íbamos a pelear, a dividir, y fuimos con una sola boleta y ganamos una elección que parecía imposible.

-¿Para quién parecía imposible?

-Era imposible por cómo veníamos. Muchos decían que el desdoblamiento no se iba a poder hacer y salió excelentemente bien. No la canchereo, fue un esfuerzo muy grande de todos los sectores para que saliera bien. Ahora hay que explicar cómo es la boleta única, una decisión que es de nuevo una estafa, porque la ley dice hay que votar con boleta única porque es más barato y a nosotros los números nos dan que va a salir el doble que la de septiembre. El segundo punto es evitar el fraude. ¿Qué fraude? Desde la vuelta de la democracia en la Provincia no hay una sola denuncia seria de fraude. De cara a octubre hay una nueva oportunidad. Milei no escuchó las urnas, no escuchó lo que pasó, redobló la política. No hay un problema de déficit. Tranquilamente podía haber sostenido las políticas para personas con discapacidad. En julio emitió 17 billones para pagar los intereses. Tiene un problema de prioridades y por eso esta elección es tan importante, porque puede modificar y nadie le está pidiendo que deje de ser… Tiene que modificar la política porque se lo pidieron en las urnas.

-«Nadie le está pidiendo que deje de ser…» ¿iba a decir nadie que nadie le está pidiendo que deje de ser Presidente?

-No, no, libertario. Nadie le está pidiendo que deje de ser libertario o austríaco. Lo otro de ninguna manera. Porque ahora está esto de la Asamblea (Legislativa), que no sé qué… Pero de ninguna manera, Milei lo que tiene que hacer es gobernar para las mayorías. El Gobierno tiene que cambiar sus políticas y el rumbo. Es imperioso y además Milei mismo lo puede hacer. El dijo “tenemos que hacer una autocrítica”. Bueno, que la hagan y que tomen decisiones al respecto. Ahora, vetando leyes que no le representan un agujero fiscal, como la de universidades, lo que hace es demostrar que no escucha nada y que se obstina en la misma política.

Kicillof y la economía: “Milei vende una falsa antinomia: no es todo Estado o todo mercado”

-El domingo pasado en su discurso luego del triunfo habló de que el peronismo viene de una decepción, imagino principalmente en lo económico por ese final con la inflación acelerándose. ¿Cómo hace el peronismo para entablar un diálogo con la macroeconomía luego de ese 2023?

-La experiencia de Alberto Fernández no logró satisfacer las expectativas. De hecho, no logramos continuar con un gobierno peronista y ganó Milei. Obviamente ganó Milei acompañado en balotaje por el macrismo. Estoy planteando que el peronismo tiene vocación de gobernar, tiene un proyecto para el país que por supuesto después de la experiencia que tuvimos comprendemos que para poder volver a gobernar hay que pensar, reflexionar, discutir, debatir y hacer una propuesta que no sea solo una cuestión de programa económico. Hoy no estamos discutiendo entre nosotros un plan macroeconómico. Nosotros tuvimos en la etapa de gobierno de los 12 años de Néstor y Cristina una etapa de baja inflación, superávit gemelos pero luego la crisis de Lehman y la falta de autoabastecimiento energético. La falta de dólares y la necesidad de sostener la compra de energía impactó claramente, pasamos de tener 6 mil millones de dólares en 2006 de superávit comercial energético a tener en 2011 unos 6 mil millones de dólares de déficit. Eso quiere decir que tuvimos 12 mil millones de dólares por año menos en materia de energía. Eso para mí determinó un problema del sector externo, que se agudizó muy rápidamente y también un problema de las cuentas públicas que se complicaron. Muchos nos decían ¿dan subsidios, cómo puede ser? Había que comprar en el extranjero con el petróleo US$ 100 algo que en Argentina se producía US$ 20 o US$ 30.

-Ese debate volvió luego con Alberto Fernández y Martín Guzmán que no lo dejaron…

-Hay muchos discusiones. Cuando yo era ministro hubo una devaluación a fines de 2013 y tuvimos en 2014 una inflación de 37% y en 201523% medida por la Ciudad de Buenos Aires y por el índice del Congreso. Cuando me decían por qué no hacíamos un plan de estabilización yo respondía que la inflación es un gran problema pero que abordarlo con las medidas del paquete económico de ajuste convencional genera como resultado esto que vemos hoy.

«El ajuste convencional genera como resultado esto que vemos hoy», dice Axel Kicillof. Foto: Martín Bonetto.

-¿No cree en los planes de estabilización?

-Veamos el actual, que no es ni un plan liberal ni austríaco sino un plan de estabilización convencional. ¿Y por qué lo digo? Primero porque el ministro de Economía ni debe saber quién es Böhm Bawerk o Mises o Hayek. El ministro de Economía es un tipo de JP Morgan como todo el equipo económico que trató de sostener un dólar fijo desde el comienzo tras una devaluación. El tipo de cambio se fue atrasando y evidentemente el dólar está barato, no lo digo para discutir cuál es el nivel de tipo de cambio sino porque es más barato veranear en Brasil que ir a la Costa Atlántica. Trataron de sostener un dólar barato, los salarios reprimidos, jubilaciones bajas y el gasto público con una contracción infernal. Esto se hizo veinte veces en la Argentina. ¿Cómo van a subir los precios así? Cuando era ministro de Economía yo decía que podía bajar los precios a costa de una enorme recesión, de una apertura importadora, de la destrucción del aparato productivo… bueno, así sí se puede hacer la estabilización. Lo que pasa es que el resultado, en términos estructurales, en materia social, laboral, es lo que estamos observando. Lo que no quiere decir que que estos planes que se aplican en cada momento del tiempo tenga la misma significación. Cuando lo aplicaron en los 90, para mí un plan prácticamente igual al de aquel entonces, el mundo era librecambista. Estaba el Consenso de Washington, el Fin de la Historia, el Fin de las Ideologías… Hoy en cambio tenemos un mundo proteccionista y nacionalista como vemos en el corazón de Occidente. ¿Qué hace Estados Unidos hoy en 2025? Proteccionismo. Donald Trump dice “yo quiero que los autos se produzcan en Estados Unidos, para cuidar la industria nacional y el trabajo nacional, para mejorar los salarios industriales”. Este plan este de estabilización de la Argentina está entonces a contramano de la historia.

-¿Qué dice sobre los comentarios que señalan que volver al proteccionismo industrial o tolerar algo más de inflación son miradas anacrónicas de la economía?

-Que se lo digan a Trump. ¿O lo dicen por la Argentina?

-¿Pero usted dice que eso hace falta para la Argentina? ¿Proteccionismo y tolerar algo más de inflación?

El gobernador Axel Kicillof con los periodistas de Clarín Ignacio Miri, Martín Bravo y Ezequiel Burgo. Foto: Martín Bonetto

-Digo que cada país trata de cuidar lo propio porque estamos en una etapa de la economía mundial en medio de una turbulencia, una crisis global que sigue desarrollándose, una disputa de hegemonía, de relocalización de la producción de trabajo donde cada economía, insisto, trata de cuidar lo propio. Tenemos un conflicto muy grande en el norte de la provincia Buenos Aires en el corredor de la ruta 9 en varias zonas de San Nicolás, Ramallo. Allí opera Ternium, de Techint ¿no? El tema del alto horno y de la industria metalúrgica es crucial. Hay una crisis en la industria metalúrgica como hay también una crisis en la textil o en la industria del juguete. Todos los presidentes del mundo están diciendo hay que cuidar la producción nacional. Yo no me caso con los instrumentos sino con los objetivos. Entonces la Argentina es un país que si se primaríza completamente y todo el resto se importa termina por destruir la capacidad productiva local y nacional. Y me remito a Alfredo Martínez de Hoz que quería hacer eso reivindicando la década del 80 del siglo 19… miren adónde nos quiere llevar. En el Mundial 78 la cancioncita decía 25 millones de argentinos. Ahora hay 47 millones ¿cuántos sobran en ese modelo me pregunto? Pero volviendo al punto.. creo que si alguien de la ultraderecha se entera que Milei deja que cierran las industrias sin que él mueva un dedo…

-Es una derecha más globalista…

-Es un corso a contramano.

-Pero en ese aspecto es distinto Milei a Trump y a los otros dirigentes de derecha más nacionalistas..

-Milei escucha la parte que quiere de Trump. Me van a decir que banco a Trump pero yo hablo de la parte de Trump de la economía, no hablo del tema intervencionismo en otros países o las medidas que está tomando contra los inmigrantes. El núcleo de las ideas económicas de Trump es reindustrializar Estados Unidos y si uno va a Europa la problemática es como ser tener trabajo.

-EE.UU. aplica una política arancelaria contra China y Europa

-En Europa hay un doble discurso con un proteccionismo enorme. Ellos siempre protegieron una parte de su economía y abrieron la que era más competitiva. Pero tratá de exportar productos lácteos argentinos a Europa que son de mejor calidad y mejor precio. Hoy Europa es menos competitiva que Oriente y trata de proteger productos donde compiten con China y pierden o compiten con Vietnam. Las etiquetas Made in USA que veíamos hace 40 años en las productos no existen más. Hoy vemos Made in China, Made in Taiwan, Made in Vietnam. Lo que quiero decir es que coincido en el diagnóstico de Trump pero no estoy diciendo que la política tarifaria de Trump es adecuada. Yo si en 2014 decía vamos a poner tarifas o aranceles de importación a este o cual producto para proteger la industria local, me decían “pero este tipo de se quedó en el pasado”. Bueno, hoy es lo que está pasando en 2025. Hay una guerra comercial desatada. Pero no es mi tema hoy…

-El tema empezó porque utilizó el término decepción sobre el último gobierno peronista y entonces uno se pregunta cómo será el discurso del peronismo en materia macroeconómica porque quizá mucha gente piensa que ya tuvo una experiencia y hoy viene una derecha que baja la inflación y la pobreza por más que está claro que no alcanza pero lo consiguió. ¿Cómo hace el peronismo también para conseguir eso?

-Creo que hay objetivos: producción, trabajo, condiciones de vida salariales o de acceso a la vivienda. Después la batería de medidas….

-¿Qué le parece el equilibrio fiscal?

-La mayoría de los países del planeta tiene déficit fiscal cuando uno ve las tablas del FMI… sobre casi 200 países. El déficit fiscal o superávti fiscal son objetivos transitorios. Hay momentos y momentos como la pandemia o Lehman Brothers donde la política fiscal expansiva tiene lugar. Pero no es eterna, no puede ser descontrolada. De hecho hay momentos donde evidentemente no es conveniente esa política fiscal expansiva si tenés una situación de prosperidad y expansión. Pero el problema ahí, y se ve con Trump y a nivel internacional, es el dogmatismo. Lo que me parece es que resulta absolutamente claro que la inflación no es solo un fenómeno monetario y se cae a tachos a Milei. De lo contrario no pelearía tanto para que no se le fuera el tipo de cambio… que me lo venga a explicar. De hecho interviene en el dólar porque sabe y tiene sentido común: tenemos una economía bimonetaria con muchos sectores de la economía dolarizados donde una modificación en el valor del dólar impacta en la estructura de costos, en los ingresos, en el patrimonio y en los precios. Excepto, insisto, que haya una recesión espantosa y ahí vamos a ver cómo empezarán a tener cada vez más dificultades sectores que utilizan insumos o necesidades importadas. Ni hablar de los que están endeudados en moneda extranjera. Entonces yo puedo hablar de objetivos: nuestro país tiene que producir ciencia, tecnología, tener un tejido industrial moderno competitivo, un sector energético que abastezca a precios argentinos a la industria nacional… , insisto ‘a precios argentinos’. Son cosas básicas todas las que digo. Ahora claro vos me preguntás “¿Quiero tener déficit fiscal en las cuentas del Estado todos los años?” No, no quiero eso. El gobierno de Néstor Kirchner tuvo superávit fiscal y luego cambiaron las circunstancias que es cuando trato de explicar los motivos que tomó esa trayectoria…. Por supuesto hay que tratar de revertir el déficit. La provincia de Buenos Aires tiene un presupuesto equilibrado o según sus posibilidades de financiamiento a costo razonable.

-¿Pero el kirchnerismo justamente no se terminó enamorando de esos instrumentos que le resultaron efectivos en ciertas circunstancias pero que a lo largo del tiempo se convirtieron en un problema grave por ejemplo los subsidios energéticos?

-Voy a exagerarlo porque hay que explicarlo estilizadamente. En un momento nos quedamos sin petróleo sin gas sin energía y hubo que importar. Producíamos a US$ 2 la unidad de gas de millón de BTU y pasamos a importarlo a US$ 17. Si trasladabas esos 17 dólares que costaba traer el barco a las industrias y hogares se fundía media industria del país y generabas una situación de zozobra a la mayoría de los hogares del país. Lo intentó hacer Macri y tuvo que parar. Argentina era un país de energía barata porque producía energía, porque tenía energía propia, algo que pasa en muchos otros países, y lo hacía históricamente con una empresa estatal que era YPF. Ahí tuvo mucho que ver la privatización de YPF que fue un desastre. Ustedes dicen “el kirchnerismo se enamoró…”. ¿Y la derecha qué propone, privatizar? Ya se hizo esto también y se terminó fundiendo y vaciando todo…

-Hoy no hay interesados en comprar una empresa en la Argentina

-Nos quedamos sin energía y puede mostrar que gran parte del déficit externo tuvo que ver con el problema energético y la mayor parte del déficit fiscal se vincluó a sostener el precio de la energía cuando su costo había subido porque había que importarla más cara. Repsol no sacó un barril de petróleo ni un metro cúbico de gas de Vaca Muerta y tuvimos que traerlo de afuera a un precio muy caro, con recursos y dólares del Estado que no se podía transmitir al consumo interno, entonces lo que hacías internamente era pagar una diferencia pero no era porque vendías abajo del costo argentino sino porque vendías abajo del precio internacional que había que pagar igual. Pero son discusiones de una coyuntura que ya pasó. Por suerte se recuperó YPF y por más que pataleen, le preguntás a cualquier tipo de la derecha argentina y dice que el horizonte es Vaca Muerta. Bueno, existe Vaca Muerta porque se recuperó YPF sino no existiría.

-Hoy en los hogares se pagan los servicios más caros. ¿Volvería a lo anterior? Mencionó que las empresas de energía deberían abastecer a la industria a ‘precios argentinos’…

-Tengo mi posición y es muy clara: la rentabilidad del sector energético asociada a la producción que vende en el mercado local tiene que ser razonable. Que nuestra industria pague precios internacionales por lo producido en la Argentina genera un problema. Y no estoy diciendo de poner en riesgo los planes de inversión en el país, estoy diciendo que el excedente exportable sea a valor internacional. Apuntamos a que el excedente exportable represente una parte muy significativa de la producción. Decía el presidente de YPF Horacio Marín el otro día que el proyecto de GNL de exportar gas producido en Vaca Muerta va a generar 50 mil millones de dólares. Entonces tenemos una capacidad de generar exportaciones por un monto muy grande y que para el mercado interno se puede generar energía a un costo más acorde pero de modo que las petroleras también tengan una rentabilidad en el país, no pierdan plata. Esa es la discusión que hay que dar. ¿Pero qué nos tocó? Una empresa que administró YPF como Repsol, también nos pasó con Aguas Argentinas o en Aerolíneas con Marsans. Tuvimos ese problema en la Argentina. Esperemos que ahora Techint ponga en marcha el alto horno que era de Somisa porque sino nos quedaremos sin producción de acero. Son discusiones que tienen que ver con un modelo de desarrollo nacional y me parece que la economía no es cuestión de todo Estado o todo mercado como dice Milei. Eso no existe en ningún lado del mundo, ni en China. Milei nos vende como una la falsa antinomia histórica de la Argentina, como todo campo o toda industria y no es así. Producción primaria y también industrialización de la producción primaria. Minería ¿qué preferís: el litio como sale de la mina o baterías de litio? Obviamente preferís hacer batería de litio. Para eso tenés que tener universidades, industria. ¿Qué preferís: vender el barril de petróleo crudo o preferís convertirla en refinado o fertilizante? ¿O preferís usar esa energía para generar también plásticos, productos industriales? El problema de Milei es que está presentando un modelo de país que es volver 200 años atrás. Es una cosa absurda lo que dice. Son falsas antinomias eso de todo Estado o todo mercado, todo primario o todo industrial. Y no es así. La economía, incluso la política, se trata de encontrar equilibrio.

-¿Qué hay que hacer con el FMI?

-El endeudamiento de Macri con el FMI fue una tragedia dicho por el propio FMI. Tomó US$ 57 mil millones y que desembolsaron US$ 45 mil millones que los evaporaron en fuga de capitales y en sostener ujn esquema ridículo.

-Alberto Fernández también tomó ese crédito…

-Alberto hizo la primera renegociación de ese crédito y por supuesto que el problema que tenemos es la deuda con el FMI y es un grave problema. Me parece que es algo que hay que socializar en el sentido de comprenderlo entre todos. Ahora Milei tomó más dinero. Argentina es el país más endeudado con el Fondo Monetario Internacional. Milei y Macri festejaron. Ahora yo aviso: el Fondo Monetario Internacional es un organismo creado para auxiliar a países en muchas dificultades financieras que no consiguen dinero en ningún otro lado. Es el prestamista en última instancia. Haber conseguido plata es que estábamos en una situación espantosa. Milei agravó esto porque consiguió dólares del blanqueo y se los fumó, consiguió plata del FMI se la fuma, consiguió plata de la liquidación anticipada del campo, se la fumó también…

«El núcleo de las ideas económicas de Trump es reindustrializar», dice Axel Kicillof. Foto: Martín Bonetto

-¿Les van a echar la culpa en 2026 si el Gobierno no puede salir a rollovear al mercado y si el peronismo se presta a este discurso con la deuda y el FMI?

-No hay tal riesgo kuka sino una mala administración. Sí creo que el problema de la deuda argentina hay que abordarlo, es un problema estructural grave porque Argentina tiene históricamente un problema de balanza de pagos.

-¿Abordar el tema de la deuda quiere decir defaultear, canjear, qué quiere decir?

-Abordar quiere decir que el FMI comprenda que dio unos créditos de manera irresponsable y que fueron utilizados de manera más irresponsable. Romper con el FMI o simplificar que vamos a ir de prepo a EE.UU. a conseguir no se qué cosa me parece infantil. Pero sí creo que debe haber una autocrítica y proponer una solución. Hay dos informes internos del FMI que reconoce que fue un desastre y errores propios el préstamo que dieron. Llegaron a la conclusión de que estuvo mal hecho pero ¿cual fue la consecuencia de eso? Nada. Entonces creo que el Fondo Monetario va a tener que también sentarse en una mesa a hablar de esto sobre una deuda que a todos luces es impagable. Si además te quieren imponer las políticas con las que pagan… bueno, creo que hay que tener una discusión madura con el Fondo Monetario sobre cómo seguir adelante. Y la tendría que tener el gobierno de Milei.

ITINERARIO

Fue ministro de Economía en los últimos dos años del segundo gobierno de Cristina Kirchner. Antes fue secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo del Ministerio de Economía. Del 2015 al 2019 fue diputado nacional por la Ciudad. En 2019 fue electo gobernador bonaerense al imponerse a María Eugenia Vidal. Cuatro años más tarde logró su reelección. El 25 de septiembre cumplirá 54 años. Está casado con Soledad Quereilhac y tiene dos hijos.

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