La Unidad de Información Financiera (UIF) recibió un reporte de operación sospechosa de lavado de dinero en una empresa que tiene como único empleado a Santiago Caputo, pero en vez de investigar la maniobra denunció penalmente que se haya filtrado a los medios.
El escándalo es mayor si se tiene en cuenta que el titular de la UIF, Paul Starc, fue puesto en ese cargo por el propio Caputo, que como él mismo reconoció en redes sociales lo hizo en venganza contra la dirigente María Eugenia Talerico, que fue pareja de Starc.
Starc presentó una denuncia penal por la filtración del reporte confidencial y apuntó contra el banco que emitió la alerta por el movimiento sospechoso de la empresa Zefico SA, cuyo único empleado es el monotributista Caputo.
La periodista Camila Dolabjian reveló el miércoles en La Nación que el 30 de julio se realizó un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) porque a Zefico ingresaron 800 mil dólares. Fue la primera vez que se registraron movimientos de dinero en la sociedad.
Zefico es una firma de Pablo Costa, padre de Lucas un amigo de la infancia de Caputo a quien conoce del country Martindale. Además, Pablo Costa era amigo del fallecido Claudio Caputo, padre del asesor. Santiago fue contratado en enero de 2024 para una empresa que jamás había tenido empleados ni movimientos comerciales.
Según la nota de La Nación, los 800 mil dólares habrían sido aportados por Lucas y María Costa, dos de los tres socios de la firma. Según explicaron al banco, el dinero se los habría «donado» su padre Pablo. A su vez, Pablo argumentó que su madre les regaló a cada uno de sus hijos 500 mil dólares. Pero la mujer no pudo explicar el origen de los fondos, que habían aparecido mágicamente de un año a otro en su declaración jurada.
Todos estos movimientos fueron certificados la escribana Inés Caputo, tía de Santiago. Según La Nación, el asesor no figura como un simple empleado de Zefico sino que tendría participación accionaria.
El escándalo es mayor si se tiene en cuenta que el titular de la UIF, Paul Starc, fue puesto en ese cargo por el propio Caputo, que como él mismo reconoció en redes sociales lo hizo en venganza contra la dirigente María Eugenia Talerico, que fue pareja de Starc
Ante esta escandalosa maniobra, el titular de la UIF designado por Caputo eligió hacer una denuncia penal pero por la filtración de la información y no por el hecho.
Starc pidió que la Justicia investigue «los gravísimos hechos ventilados y establezca la responsabilidad penal y a sus autores». El funcionario aportó un informe que muestra que ningún funcionario de la UIF ingresó al sistema de inteligencia financiera. Con esto, Starc busca demostrar la filtración debió haber sido desde el banco.