Las llamas dejaron además un saldo de al menos tres muertos y miles de personas desalojadas, mientras cuadrillas de bomberos de Grecia, España y Portugal intentaban contener la situación.
El sur de Europa seguía este viernes bajo una ola de calor que llevaba ya dos semanas de duración, y en medio de la cual se desataron incendios forestales que dejaron un saldo de al menos tres muertos en España. La región más afectada por las llamas era la de Castilla León.
Aprovechando una ventana de tiempo en la que hubo vientos más calmados, las cuadrillas de bomberos de Grecia, España y Portugal intentaron contener los incendios, aunque gran parte de la región permanecía en alto riesgo por condiciones de calor y sequedad.
Según informó el diario El País, el fuego entre Zamora (en la comunidad de Castilla y León) y Ourense, provincia de la comunidad autónoma de Galicia, al noroeste de España, seguía descontrolado y obligó a desalojar a 1.700 personas.
En Monterrei, el triángulo del fuego en España, reinaba el pánico entres los habitantes: “Vamos a morir todos abrasados”, dijeron.
“Nos golpea de nuevo la muerte de un segundo voluntario que pierde la vida en (la provincia de) León”, dijo el presidente español Pedro Sánchez, un día después de que Madrid solicitara ayuda a la Unión Europea para combatir los incendios.
La línea ferroviaria entre Madrid y la región noroeste de Galicia permaneció cortada, al igual que una decena de carreteras principales del país. Sánchez advirtió temprano este viernes que volvería a ser un día “muy difícil, con un riesgo extremo de nuevos incendios”. “El Gobierno sigue movilizado con todos los recursos para contener los incendios. Gracias de corazón a quienes están en primera línea luchando para protegernos”, escribió en la red social X.
Casi dos semanas de altas temperaturas han dejado a España bajo un calor sofocante que este viernes se extendió a Cantabria. Los registros superaban los 40 grados, según la agencia meteorológica nacional Aemet, que añadió que el riesgo de incendios el viernes y durante el fin de semana y el lunes continuaría “muy alto o extremo en la mayor parte del país”.
Más de 70.000 hectáreas fueron consumidas por el fuego en unos pocos días, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) y las autoridades regionales. Se trata de una cifra superior a las 42.000 que ardieron en todo 2024.
España ha sufrido una temporada devastadora de incendios, con 157.501 hectáreas reducidas a cenizas desde principios de año, según datos del EFFIS. La cifra dista todavía de las 307.000 que se perdieron en 2022, el peor año en décadas en lo que respecta a incendios forestales.
El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo a la televisión pública TVE que en total había 11 incendios de nivel 2 (en una escala de 4 niveles).
Otros países afectados
Portugal también lidiaba con una situación grave. “Ante la adversidad de 22 días consecutivos de intenso calor que no da señales de remitir, el Gobierno volverá a prorrogar el estado de alerta hasta el domingo”, declaró la ministra del Interior portuguesa, Maria Lúcia Amaral.
La situación sigue siendo dramática, especialmente en el norte de país, donde varias zonas han estado ardiendo desde principios de agosto.
Según datos de Protección Civil, actualmente hay 41 incendios activos con aproximadamente 3.700 bomberos y 1.220 vehículos involucrados. El incendio más grave se registraba en la provincia de Arganil, donde más de 800 bomberos combatían las llamas que se extendían cerca de zonas residenciales.
En Grecia, donde ardieron 20.000 hectáreas desde principios del verano boreal, los bomberos lograron perimetrar el incendio que amenazaba Patras, el principal puerto griego hacia Italia y la tercera ciudad más grande del país. Los brigadistas indicaron que había focos “aislados” y que el fuego seguía activo en los suburbios del este de esta ciudad de más de 200.000 habitantes.
En otras partes del país, los aviones cisterna luchaban en otros tres frentes: la isla jónica de Zante y la ciudad de Preveza, ambas en el oeste; y la isla egea de Quíos, en el este.
En los Balcanes, en tanto, los incendios causaron la muerte de al menos dos personas y provocaron la evacuación de miles de habitantes.
El calor sofocante azotaba también a Italia, relativamente indemne por los incendios: 16 ciudades, entre ellas Roma y Venecia, se encontraban en alerta roja por altas temperaturas. Los incendios afectaban también al norte de Europa, a Inglaterra y a la región de North Yorkshire.
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