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martes, marzo 18, 2025

Una multinacional de Estados Unidos avanzó con una inversión multimillonaria pese a la crisis industrial

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En un escenario económico marcado por la incertidumbre, la empresa estadounidense Lamb Weston, segunda productora mundial de papas congeladas, ratificó la continuidad de una inversión de USD 300 millones en su planta ubicada en el Parque Industrial de Mar del Plata. Se trata de una instalación de última generación, considerada una de las más avanzadas a nivel global, que entrará en funcionamiento en los próximos meses. La decisión de la multinacional llega en un momento crítico para la industria local, que enfrenta múltiples desafíos: desde el atraso cambiario y las retenciones a las exportaciones, hasta la caída del consumo interno, que golpea con especial fuerza al sector alimenticio.

En Mar del Plata y las zonas aledañas, que viven del cultivo de la papa, aún están sorprendidos de que exista un plan de largo plazo, en medio de una nueva crisis de la inversión en la industria nacional, ante los desequilibrios competitivos, tanto locales como internacionales. Los productores asociados, en su mayoría de Balcarce, aunque también complementa compras estacionales en el Noroeste del país, tienen contratos firmados por varios años, lo que les asegura continuidad y reinversión para producir más. Le venden a LW un tercio de lo que cosechan.

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En la actualidad, son tres los galpones gigantes que están instalados en el predio más grande del Parque Industrial de Mar del Plata, aunque se espera que para fines de 2026 se sumen otros dos más, para almacenar las 100 mil toneladas de papas anuales que podría producir la planta en funcionamiento full capacity, según aseguró la VP Latam de Lamb Weston, Romina Broda, en diálogo con PERFIL, durante una recorrida a la fábrica. Con una materia prima de alta calidad, cercanía al puerto para la exportación y mano de obra calificada, la empresa espera contrarrestar los perjuicios de los vaivenes de la economía doméstica y justificar la elección argentina, antes que su instalación en tierras brasileñas.

Un contexto económico adverso en la Argentna

La inversión de Lamb Weston se da en un contexto donde la industria argentina enfrenta serios obstáculos para competir en el mercado global. Según la Unión Industrial Argentina (UIA), los costos en dólares de la producción local, sumados a la falta de beneficios fiscales e impositivos, restan competitividad frente a otros países de la región y del mundo. Además, las retenciones a las exportaciones industriales, que oscilan el 4%, representan un lastre adicional para las empresas que buscan insertarse en el mercado internacional.

Uno de los problemas más urgentes es el atraso cambiario. Mientras el tipo de cambio oficial en Argentina se mantiene artificialmente bajo, países como Brasil optaron por devaluar su moneda para ganar competitividad. Durante 2024, el real brasileño se depreció casi un 28% frente al dólar, lo que permitió a las empresas de ese país abaratar sus costos y ofrecer productos a precios más competitivos en el mercado global. En contraste, el peso argentino se encuentra sobrevaluado, lo que encarece las exportaciones locales y dificulta la inserción de productos argentinos en el exterior.

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Este desequilibrio cambiario generó preocupación en el sector industrial, que ve cómo sus productos pierden terreno frente a competidores regionales. Según fuentes industriales consultadas por PERFIL, el tipo de cambio importador en Argentina en relación con Brasil llegó a picos del 60%, lo que representa una desventaja significativa para las empresas exportadoras que compiten con el principal socio comercial del Mercosur.

La crisis del consumo interno

Mientras el sector exportador enfrenta estos desafíos, el consumo interno también atraviesa una situación crítica. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en 2024 el consumo de alimentos y bebidas en Argentina se desplomó 17% en el último año, marcando uno de los peores desempeños en muchos años. En febrero, según la consultora Scentia, el derrumbe fue de 9,1 en comparación con idéntico mes del 2024. Este retroceso se explica, en gran medida, por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, que destinan una porción cada vez mayor de sus ingresos a cubrir necesidades básicas como la vivienda, la energía y el transporte.

En este contexto, los productos con mayor valor agregado, como las papas congeladas, son considerados casi un «lujo» en las mesas de los argentinos. Según un informe de la consultora Kantar, “el comportamiento de los hogares argentinos con relación a los bienes de consumo refleja que los hogares redujeron su frecuencia de compra en 5,3% durante el cuarto trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior”. Así, los alimentos no esenciales perdieron terreno, priorizando productos de primera necesidad. Esta tendencia ha impactado fuertemente en el sector alimenticio, que enfrenta una caída en la demanda interna y un aumento en los costos de producción.

La apuesta de Lamb Weston

Pese a este panorama adverso, Lamb Weston sigue adelante con su proyecto en Mar del Plata. La compañía, que se instaló en Argentina antes de la pandemia y anunció su inversión en 2022, tiene como objetivo producir papas congeladas no solo para el mercado local, sino también para abastecer a toda la región sur de Latinoamérica y otros mercados globales.

La planta de Mar del Plata, que estará en marcha en los próximos meses, es una de las más modernas del mundo y cuenta con tecnología de punta para el procesamiento y congelamiento de papas. Según fuentes de la empresa, la inversión de USD 300 millones permitirá generar más de 250 empleos directos y otros 3.000 indirectos, lo que representa un impulso importante para la economía local.

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Sin embargo, la decisión de Lamb Weston no está exenta de riesgos. Además de los desafíos mencionados, la empresa deberá competir con otros productores globales de papas congeladas, como Brasil, Canadá y Países Bajos, que cuentan con costos de producción más bajos y un acceso más fácil a los mercados internacionales.

Una luz de esperanza en medio de la crisis

La inversión de Lamb Weston es una de las pocas noticias positivas para la industria argentina en un contexto de recesión económica y caída del consumo. Según el último informe publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), con datos del tercer trimestre del 2024, la Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzó los USD 2.395 millones, lo que significó una mejora respecto del trimestre previo, pero una caída del 64% en términos interanuales, lo que refleja la falta de confianza de los inversores internacionales en la economía local.

La Cámara de Comercio estadounidense en la Argentina (AMCHAM), hizo foco en el comercio bilateral y destacó que “Estados Unidos se posiciona como el principal inversor extranjero directo en Argentina, con un 18% del stock total de Inversión Extranjera Directa (IED), equivalente a más de USD 165.000 millones”. “La balanza comercial entre ambos países refleja una situacional de carácter estructural mostrando un déficit para Argentina de aproximadamente USD 2.700 millones anuales en el período 2015-2023. Sin embargo, en 2024, se logró un superávit de USD 302 millones, debido a una caída en las importaciones y un leve crecimiento de las exportaciones”, sostuvo.

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En este sentido, la apuesta de la multinacional norteamericana no solo refuerza el perfil exportador de Mar del Plata, sino que también genera expectativas en un sector que clama por políticas que mejoren su competitividad. Sin embargo, para que este tipo de inversiones se multipliquen, los referentes del sector aseguraron que “será necesario abordar los problemas estructurales que afectan a la industria, desde el atraso cambiario hasta la falta de incentivos fiscales”.

Estabilidad macroeconómica y seguridad jurídica

“Para fortalecer este vínculo, es clave avanzar en la reducción de barreras comerciales, consolidar acuerdos estratégicos y mejorar el clima de negocios en Argentina. La estabilidad macroeconómica y una mayor seguridad jurídica serán fundamentales para atraer inversiones y potenciar el comercio bilateral”, aseguró AMCHAM.

Mientras tanto, la pregunta que queda flotando es si el resto del mundo industrial seguirá el ejemplo de Lamb Weston o si, por el contrario, seguirá esperando señales claras de un cambio de rumbo en la política económica argentina. Lo cierto es que, en un país donde hasta los alimentos más básicos enfrentan dificultades para llegar a la mesa de los consumidores, la apuesta de esta multinacional representa un rayo de esperanza en medio de nubarrones de tormenta.

AM CP

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