Durante las obras de reurbanización en la calle Fusteria de Barcelona, se han descubierto cinco casas medievales y restos de las Voltes dels Encants, que ofrecen una visión detallada de la evolución urbana de la zona desde el siglo XIV hasta principios del siglo XX. Las excavaciones han revelado plantas bajas, sótanos y tramos del pavimento de las Voltes dels Encants, que conectaban con la plaza de Sant Sebastià y las calles históricas de la Fusteria y Ample.
Entre los hallazgos más relevantes se encuentran un pavimento cerámico del siglo XIV, estructuras medievales como pozos y redes de saneamiento, y materiales arqueológicos como cerámica, metales, vidrio y una imagen de San Antonio de Padua del siglo XVIII. Además, se sugiere que una de estas viviendas pudo albergar una de las primeras colecciones museísticas documentadas en la península.
Este descubrimiento se une a otros hallazgos recientes en Europa, que destacan la importancia de las excavaciones arqueológicas en la preservación del patrimonio histórico y cultural de las ciudades.