El Cuarteto Divergente ofrece maravillas a cualquiera que llegue a escucharlos. El grupo, formado por el arreglador Alejandro Terán en plena pandemia, reúne a algunos de los cuerdistas más destacados del panorama actual para una propuesta siempre experimental. En medio de una búsqueda musical que explora “el núcleo duro de la humanidad” en tiempos de inteligencia artificial, llegan por primera vez a Rosario el sábado 12, a las 21, en REFI (Vélez Sarsfield 641).
Aunque un cuarteto de cuerdas pueda sonar lejano para algunos, para disfrutar del Divergente no hay que ser conocedor de ningún género musical en particular, ni mucho menos tener recorrido académico. Sólo hace falta ejercitar la curiosidad y dejarse alucinar.
Alejandro Terán tiene un “frondoso prontuario”, como él mismo dice, en la música. Fue arreglador y director de los emblemáticos 11 Episodios Sinfónicos de Gustavo Cerati en el Teatro Colón, arreglador e instrumentista del 60×60 de Charly García, y colaborador de Gustavo Santaolalla, Elvis Costello, David Lebón, Skay Beilinson, Soda Stereo, además de otras decenas de artistas destacados. En cine, intervino en las bandas sonoras de películas como “Relatos Salvajes” (201 o “Aniceto” (2008) de Leonardo Favio.
Sin embargo, cuando habla con La Capital, del otro lado del teléfono Terán muestra una candidez que nada tiene que ver con la grandiosidad de su obra. Al momento de hablar del proyecto del Divergente, se extiende repartiendo elogios hacia sus compañeros con genuina humildad.
Alejandro armó el Cuarteto en 2020, aprovechado las circunstancias extraordinarias de la pandemia para reunirse en espacio y tiempo con tres cuerdistas excepcionales. Ante la necesidad de armar un formato “más portátil” que la orquesta de dieciséis personas con la trabajaba hasta ese momento, y gracias a las restricciones de movilidad internacional, se armó el Divergente, que conforman Javier Casalla en primer violín, Julio Domínguez en segundo violín, Karmen Rencar en cello, y el propio Terán en viola.
“Pude agarrar a los viajeros, porque tanto Casalla como Julio y Karmen viven por el mundo y nunca están en Buenos Aires. Mágicamente, los tuve en la misma habitación en el mismo momento. ¡Un miracolo! Uno de los asuntos más complejos del Divergente es poder reunirnos los cuatro, pero es una de las ingenierías que hay que dominar”, contó el músico.
Embed – «Desarma y Sangra» – Charly Garcia por CUARTETO DIVERGENTE de Alejandro Terán
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Como ver un hipopótamo
“Javier es el violinista de Santaolalla, tanto en Bajofondo como en sus aventuras en el cine y los videojuegos, entonces es un hombre que viaja mucho. Karmen, la cellista, es serbia, por lo tanto es muy conocida en Europa y tiene muchos compromisos allá. Julio da clases en todo el mundo, tiene compromisos en Rusia. Yo soy como el dueño de la pelota, que juega mal pero igual me dejan estar. Hago como que toco como ellos pero para nada”, agregó rápidamente Terán, dejándoles el lugar bajo el foco a sus colegas.
El artista construyó una metáfora potente para invitar a todos los públicos a ver al Divergente: “Siempre digo que si uno nunca escuchó en vivo un cuarteto de cuerdas, en la cercanía real, es como ver por primera vez un hipopótamo o una jirafa. La conmoción es total ante algo que uno piensa que ya conoce. Porque escuchar un cuarteto de cuerdas en una grabación es muy lindo, pero en vivo, y encima con ese tamaño de músicos, es conmocionante”.
Otro elemento que destacó Terán es el carácter eminentemente ritual de la propuesta del Divergente, que se asemeja a una reunión en torno al fuego. Hay una profundidad vital, analógica, visceral en ese “instrumento que se acciona mediante cuatro personas” que es en realidad un cuarteto de cuerdas: la suma de cuatro humanidades distintas, particulares, situadas, convergiendo para hacer música a tracción a sangre.
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La primera presentación del Cuarteto fue un stream que se llamó “Fase Fantasma”. Desde noviembre del 2022, dieron más de 70 conciertos a través de siete espectáculos en los que continuaron indagando en la idea de “nueva normalidad”.
En busca del núcleo duro de lo humano
“A partir de los sucesivos espectáculos, salimos de ese espíritu inicial y entramos en otras búsquedas. Este año estamos entrando en una nueva investigación, que reúne un poco las investigaciones anteriores. Yo estoy un poco obsesionado con la idea de la super humanidad, de que hay cosas que son tan humanas que el robot nunca comprende, algo de la naturaleza humana que va a quedar fuera de la inteligencia artificial. Yo detesto bastante los anglicismos pero hay una palabra que es hardcore, que se traduciría literalmente como núcleo duro. Eso estoy buscando: el núcleo duro de lo humano”, detalló Alejandro.
“Si bien en los ensayos podemos llegar a abordar un repertorio más académico o más clásico para probar, el repertorio del Divergente es siempre bastante más bizarro que a lo que se dedica un cuarteto tradicional. Eso le agrega otro punto de interés”, aclaró.
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En este sentido, y como prueba de su total versatilidad, el Divergente ha colaborado con algunos de los artistas más destacados de la nueva generación, como Dillom (en su disco “Por cesárea”), Paco Amoroso & Ca7riel, Chita, Zoe Gotusso, Lucio Mantel, Benito Cerati, Louta, Taichu, Lara 91k y Rocio Manzur, entre otros. Parte de este acercamiento tiene que ver con que Alejandro es papá de BB Asul, música y compositora que además de hacer sus propios temas está, por ejemplo, trabajando en el próximo disco de Lali.
“Isabela, mi hija, me trae siempre las novedades del mundo musical. Hace años me trajo a Paquito Amoroso y Catriel a casa, y nos hicimos muy amigos. Con Ulises (Paco) nos hemos ido de vacaciones juntos. Son gente muy inteligente y de una sensibilidad musical muy especial. Me he propuesto un poco tirar abajo la pared de comunicación que puede haber entre un cincuentón como yo y un veinteañero”, afirmó Alejandro, quien además adelantó que con el Cuarteto están nuevamente colaborando con un artista de este universo que todavía no pueden revelar.
“Creo que estamos logrando un idioma en el que nos entendemos con esta generación. No es fácil, porque estamos viviendo en el mismo planeta humanos de distinta naturaleza. Yo soy casi un analógico, como los discos AAD: analógico-analógico-digital. Ahora son todos DDD, pero estamos decididos a tener una comunicación fluida con estos nuevos humanos que me encantan”, agregó.
“Rosario es una ciudad que nos encanta. Tiene siempre ese motor cultural y de vanguardia y de generación de artistas. Esa estética tan independiente, tan personal, desmarcada del resto de las producciones del país. Así que nos interesa mucho que en este show en Refi nos encontremos con artistas y gente sensible de Rosario”, cerró Terán.