El Día D está cada vez más cerca. El próximo viernes, el directorio del FMI se reunirá y tratará de manera formal la aprobación de un nuevo programa con Argentina. El acuerdo será por un monto total de u$s20.000 millones y, según trascendió en las últimas horas, el primer desembolso podría ser de hasta el 60% de esa cifra: es decir, unos u$s12.000 millones.
En caso de confirmarse, el primer envío de fondos sería incluso mayor al que deslizó días atrás la titular del organismo, Kristalina Georgieva, quien elogió las políticas adoptadas por el Gobierno de Javier Milei y dijo que Argentina «se lo ha ganado».
Día clave: el directorio del FMI se reúne para tratar de manera formal el acuerdo con Argentina
El directorio del organismo ya tenía previsto reunirse este viernes para tratar su informe de Estabilidad Financiera Global, su Monitor Fiscal y su informe de perspectivas económicas (World Economic Outlook). Según señalaron fuentes de la entidad, se sumaría a la orden del día el nuevo acuerdo con Argentina.
El board del organismo evaluará el resultado de la negociación técnica y política que comenzó hace algo más de cuatro meses entre el staff del FMI y el Gobierno argentino. La Casa Rosada aspira a conseguir un fuerte respaldo de divisas para el Banco Central, en momentos en que las reservas netas siguen en terreno negativo y el BCRA requiere un apoyo de capitalización para afrontar la volatilidad financiera internacional desatada por las medidas arancelarias de los Estados Unidos.
La novedad, que cobró fuerza este martes, es que el desembolso sería mayor al previsto: si bien días atrás Georgieva dijo que sería razonable que Argentina reciba de entrada cerca del 40% del monto total (representaría unos u$s8.000 millones), finalmente esa cifra puede ascender al 60%: es decir, unos u$s12.000 millones.
«Avanzamos sobre un consenso que incluye varios de los pedidos que venían haciendo algunos países dentro del board. El nivel de frontloading (desembolso inicial) debería ser alto. El FMI también tiene interés en que el nivel de reservas sea robusto, para darle credibilidad y factibilidad a la transición del régimen cambiario», señalaron fuentes cercanas a la negociación.
La reunión del directorio va en línea a la confirmación de Javier Milei semanas atrás, respecto a que el acuerdo estaría cerrado cerca de mediados de abril. También el monto de desembolso se alinearía con las aspiraciones del Ministerio de Economía.
El cierre del nuevo acuerdo llegaría en un momento por demás complejo debido a las turbulencias globales. De hecho, tratarse el acuerdo este viernes, y de aprobarse, sería una señal importante hacia los mercados, que comenzaban a preguntarse por novedades respecto a las negociaciones.
Un informe del broker AdCap, elaborado por Eduardo Levy Yeyati, Federico Filippini y Javier Casabal, señalaba que «con la fecha límite a la vista y sin acuerdo a nivel de personal, el silencio es elocuente: las conversaciones siguen su curso, probablemente complicadas por los cambios en la política monetaria. en curso, probablemente complicadas por el cambiante telón de fondo mundial».
Un nuevo acuerdo y fondos frescos, clave para las reservas del Banco Central
Un mayor monto en el desembolso inicial mayor al esperado, significaría una buena señal para las golpeadas reservas del Banco Central.
El BCRA arrancó la semana acelerando un poco el ritmo vendedor al obtener un saldo neto negativo de millones u$s35 millones por su intervención en el mercado cambiario oficial para abastecer la demanda, y las reservas brutas perforaron la barrera de u$s25.000 millones en un lunes negro en el mercado financiero internacional ante la escalada de la guerra comercial.
El stock de reservas brutas cayó u$s328 millones con respecto al viernes, al alcanzar un monto de u$s24.791 millones, el nivel más bajo en los últimos 14 meses, desde el 23 de enero de 2024.
Con el saldo desfavorable del lunes, el BCRA alargó la racha vendedora a tres ruedas seguidas en una jornada en la cual el dólar blue pegó un salto de $35 al cerrar en $1.345, y se desplomaron los mercados globales y las acciones argentinas en Wall Street.
Exceptuando la compra registrada el 1 de abril por $s53 millones, el BCRA acumula desde el 14 de marzo ventas por u$s1.856 millones en medio de las dudas sobre el esquema cambiario a lo que se sumó la tensión internacional por suba de aranceles a las importaciones dispuestas por el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
La consultora Outlier sostuvo que si la incertidumbre internacional «no se disipa, las liquidaciones podrían hacerse esperar».
Argentina espera cerrar el acuerdo con el FMI en medios de las turbulencias globales
La incertidumbre volvió a escalar en los mercados internacionales tras el endurecimiento de la política arancelaria por parte de Estados Unidos, sumado a las recientes negociaciones entre Argentina y el FMI para un nuevo acuerdo financiero. Según fuentes de mercado, ambos eventos reflejan una reconfiguración en las reglas de juego del comercio y las finanzas globales, con efectos directos sobre la economía local. Mientras en el plano internacional crecen los temores a una recesión y caen los precios de las commodities, en el frente interno se discute el posible impacto de un nuevo programa con el Fondo que conviviría con el ya vigente.
Para los especialistas, las medidas adoptadas por la administración Trump implican un giro abrupto hacia un proteccionismo más agresivo, generando tensiones comerciales a gran escala y una fuerte volatilidad financiera. A nivel local, estas tensiones se traducen en menores precios para los principales productos de exportación y un panorama global menos favorable para la colocación de bienes argentinos. A su vez, la expectativa de un dólar más fortalecido y una menor demanda externa elevan la incertidumbre respecto al desempeño económico futuro.
En este contexto de elevada sensibilidad, los analistas señalaron que un nuevo acuerdo con el FMI traería alivio financiero en el corto plazo, aunque implicaría un mayor costo total para el país. Si bien se abriría la posibilidad de utilizar parte de los nuevos fondos para aliviar vencimientos previos, también aumentan los intereses y la necesidad de un ajuste fiscal adicional. Además, advirtieron sobre los riesgos de persistir con el actual esquema cambiario, ya que podría agravar los desequilibrios y desanclar aún más las expectativas.
Para los expertos, tanto el nuevo escenario global como el rediseño del vínculo con el Fondo plantean desafíos significativos. Consideran clave acumular reservas de manera sostenida, ordenar la política cambiaria y sostener una estrategia fiscal realista. En ambos frentes, sostienen que el margen de error es acotado y que las decisiones que se tomen en los próximos meses definirán el rumbo económico en un escenario global crecientemente incierto.