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domingo, abril 20, 2025

Tras la devaluación, los inversores festejan la vuelta del carry trade

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En una semana corta, los actores de la city recibieron optimismo la brusca modificación del régimen cambiario que dispuso el gobierno nacional, luego del agotamiento del segundo ciclo de carry trade. Precisamente, la devaluación del dólar oficial dentro de una banda de flotación y el aumento de la tasa de interés entusiasman a los inversores financieros con la posibilidad de recomponer la bicicleta financiera. De hecho, la apertura del cepo para no residentes por el término de seis meses, apunta a acelerar ese circuito. En el esquema del ministro de Economía, Luis Caputo, ese artilugio es clave para cumplir con una de las metas acordadas con el FMI más difíciles de cumplir: la acumulación de reservas.

El economista Miguel Kiguel, de Econviews, destacó la tranquilidad en el mercado cambiario. “Las señales iniciales son alentadoras y hay buenas razones para pensar que el programa puede funcionar”, dijo. Las claves de su optimismo: “La cosecha gruesa aumentará la oferta de dólares y el carry trade volverá con fuerza, respaldado por el techo de la banda como una especie de seguro”.

El JP Morgan fue uno de los primeros en pedalear. Alentó a sus clientes a comprar las Lecap que vencen el 15 de agosto de 2025. Para Jorge Vasconcelos, del Ieral, el “carry” podría recomponerse rápidamente, dada la atractiva tasa de interés en pesos y la “garantía” de un techo de $ 1.400 para el precio del dólar. “Este segundo trimestre es el más abundante en términos de agrodólares y, aparentemente, la baja de retenciones tiene fecha de terminación en junio. A su vez, la posible reducción de la brecha cambiaria podría reactivar créditos y emisión de obligaciones negociables”, indicó.

Para Sebastián Menescaldi, director de la consultora Eco Go, este movimiento no cobrará tanta magnitud ahora como 2024. En cualquier caso, la que sufrirá será la economía real. “Las tasas van a ser más volátiles y probablemente más elevadas en términos reales”, dijo.

Actividad

El economista Claudio Lozano aseguró que lo que se viene es “un nuevo ajuste fundado en devaluación, aumento de los precios, suba de la tasa de interés, una nueva caída de los salarios, las jubilaciones y el poder adquisitivo de todos aquellos que dependen de ingresos fijos”. Por otra parte, consideró que la suba de la tasa de interés, “en tanto impacta incrementando los servicios de la deuda pública va a forzar un mayor ajuste sobre el sector público, en el marco de un mayor endeudamiento”.

Haroldo Montagu, economista jefe de la consultora Vectorial, advirtió que “esta devaluación tampoco impactaría en mayores exportaciones”. Para Osvaldo Giordano, de la Fundación Mediterránea, lo que queda claro es que, “en ningún caso, cabe esperar un salto significativo en la competitividad cambiaria, similar a los ocurridos en el pasado como, por ejemplo, en diciembre de 2023”.

Los límites de esta ventaja cambiaria alimentan una tensión con los exportadores, que ya se expresó en la presión del presidente al campo para que liquide. Pero también con el FMI, por la forma de intervención para acumular reservas. “Mientras el organismo pide que el Banco Central intervenga dentro de la banda, el gobierno insiste en que solo lo hará en el piso”, señaló Kiguel, quien advirtió que en este último caso podría darse una apreciación del tipo de cambio real, lo que implicaría tasas más altas, menor actividad y pérdida de competitividad.

Según Lucas Caldi, de PPI, si el gobierno logra efectivamente hacer converger el tipo de cambio con el límite inferior, los retornos en dólares de las estrategias de carry trade serían “sensacionales”. Por ejemplo, en un mes el retorno en dólares superaría el 25% si se invierte en Lecap hoy y el tipo de cambio se hunde hasta el piso de la banda.

Las metas de reservas

Para el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional tiene penalidades fuertes para la economía real. Pero a los efectos de la lógica del gobierno, la más desafiante es el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas. “Para alcanzar la meta de junio se deben acumular u$s 4.400 millones y para la meta de diciembre 2025, u$s 8.900 millones”.

Si bien, siempre está la posibilidad de cumplir un waiver, el escenario es tenso. Un informe del Banco Provincia, asegura que para cumplir la meta de reservas con superávit de cuenta corriente, es decir, compras en el mercado, el Central debería sumar u$s130 millones promedio por día en los próximos dos meses. “Para dimensionar, en enero y febrero promedió compras por u$s 75 millones”, explicó. Y a la presión cambiaria se suma la de deuda, ya que el 9 de julio hay que pagar cupones y amortizaciones de bonos Globales y Bonares por u$s 4.500 millones.

La inflación

Como lo apuntó Giordano, del Ieral, otro de los aspectos negativos derivados de las medidas anunciadas es que “habrá que soportar un incremento adicional en la inflación”. Contrariando su dogma, el gobierno se mostró activo articulando un frente con los supermercados para resistir las remarcaciones de las empresas proveedoras de consumo masivo.

Aun así, las primeras estimaciones de la inflación para abril se ubican entre 3,4% y 4%, según los privados. Como en esta etapa son los alimentos los que ganan protagonismo, el gobierno apura ahora la actualización del método de medición del IPC por parte del Indec.

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